Hoy en día, para la fabricación de estructuras metálicas, uno de los materiales que más se utilizan es el acero. El acero es una aleación de hierro y carbono, denominándose así los que tienen de un 0,05 a un 1,7% de carbono. Este material es uno de los más versátiles en cuanto a su uso utilizándose en gran variedad de productos, desde herramientas hasta estructuras de edificios.
El acero puede clasificarse hasta en 3 grupos distintos en función de su resistencia o su nivel de carbono. El acero aleado contiene mayores cantidades de elementos como el silicio o el cobre que el resto de los aceros. El acero al carbono es el más común, la mayor parte de las estructuras metálicas están fabricadas con este tipo de acero. Y el acero de baja aleación ultrarresistente, estos aceros suelen ser más baratos debido a sus bajos niveles de aleación, pero les suministran un tratamiento específico que les otorgan una gran resistencia. Además de estos que se mencionan también existen otros más conocidos como el acero inoxidable o el acero de cementación.
Las aleaciones de este material le confieren distintas características dependiendo de los elementos mezclados en él. En general, estas fusiones se hacen para que el material obtenga una mayor dureza, una mejor resistencia al desgaste, mayor aguante a los impactos, una mejor resistencia a la corrosión y un aumento en la resistencia a las temperaturas.
Al mezclar este tipo de elementos y conseguir estas mejoradas características, se consigue que el acero sea idóneo para su utilización en la construcción de edificios, obras públicas, etc. El acero estructural facilita la unión de las piezas con tornillos o soldadura, se puede montar de manera rápida, es sencillo de convertir en laminas de diferentes tamaños y formas, se pueden prefabricar piezas de una estructura y es bastante resistente a la fatiga sufrida por el material.
Además, este material puede ser reutilizado. Cuando la vida útil de una estructura metálica termina esta puede ser desmontada y utilizarse para nuevos proyectos o, simplemente, reciclarse.