La fachada ventilada es una solución constructiva que consiste en un revestimiento rígido del exterior de una fachada separada del muro de cierre pero sujeta a él. Su función principal es la de ahorro energético mediante acciones debidas al viento con una cámara abierta en puntos estratégicos para permitir una ventilación apropiada mejorando las prestaciones del edificio al evitar humedades y condensaciones dando como resultado mayor estabilidad y vida útil a la infraestructura.
Entre sus principales ventajas, complementando lo anteriormente nombrado, destacan la de protección, ganar espacio interior al disminuir el grosor de la pared soporte, el ahorro de energía, múltiples posibilidades estéticas, aislamiento térmico y acústico, menores costes de acondicionamiento, sustitución y mantenimiento, facilidad de colocación en obra y resulta ser una opción idónea para rehabilitaciones de edificios y proyectos de remodelación.
Los criterios más utilizados para clasificarlas son según el material utilizado, zonas de la fachada, texturas, etc. en la que cada empresa suele tener sus propias categorías.