Actualmente, la construcción en general es más sencilla que hace algunos años. Los avances tecnológicos han permitido que, a través de programas informáticos, se pueda llevar a cabo un proyecto constructivo de una manera más rápida y sencilla. Los softwares permiten realizar cálculos complejos para cuadrar las medidas que se necesitan o el diseño de la estructura. Este tipo de sistemas están sustituyendo el procesamiento y los cálculos manuales para conseguir una mayor eficiencia.
La realización de un proyecto constructivo comienza con la determinación de la parte arquitectónica. Hay muchos sistemas de software creados para facilitar esta tarea de crear, elaborar y tramitar un nuevo bosquejo para llevarlo a la realidad.
La automatización de esta primera fase demanda de un tipo de software conocido como BIM (Building Information Modeling). Este permite diseñar, precisar e identificar el tipo de pieza que deben producir y como hay que llevar a cabo su ensamblaje. También se puede encontrar otro tipo de sistema conocido como CAD (Computer Aided Desing). Este basa su trabajo en el uso de varias herramientas informáticas para diseñar y documentar el esbozo del proyecto. Además, utilizada un modelado en 2D o 3D.
Una vez llevada a cabo la primera fase se pasa al uso de software conocidos como CAM (Computer Aided Manufacturing). Este realiza las instrucciones de mecanizado para cada proceso constructivo. También lo gestiona todo para evitar colisiones o problemas de ejecución y optimiza la utilización de los materiales.
Una de las últimas fases deriva en el software MES (Manufacturing Execution System). Este sistema permite enlazar y gestionar los dispositivos evadiendo los posibles errores de operación que puedan surgir. Ajusta la secuencia de producción que se va a establecer para que todo el montaje esté planificado en el tiempo exacto.
En general, el uso de estos sistemas informáticos se basa en proporcionar una mayor eficiencia para los proyectos. También facilitan la rentabilidad a la hora de producir las piezas.