Entre todos los materiales que se utilizan en construcción el hormigón y el acero son desde hace varios años los más utilizados y los favoritos entre arquitectos, ingenieros y demás profesionales. La versatilidad y la adaptación de ambos materiales los han convertido en indispensables de las edificaciones, pero ¿cuál posee más ventajas?
Con respecto a los aspectos técnicos del acero estructural se puede decir que supone varias ventajas sobre el hormigón. Algunas de ellas son:
- Las piezas son más esbeltas.
- No existe límite entre los tamaños y las formas.
- Si se requiere aumentar la exigencia del material la respuesta de este se puede controlar mediante una variación en la proporción general.
- También es menos sensible a los asentamientos diferenciales por lo que los soporta sin problema.
- Al ser un material bastante flexible las acciones sísmicas puede tolerarlas mejor que el hormigón.
- El acero sufre deformaciones en caso de algún tipo de fallo avisa con tiempo de la situación y se puede arreglar.
- Es un elemento que actúa bien tanto en tracción como en compresión y el hormigón en cambio solo en compresión.
- Y también hay que destacar que es un material que tiene unos límites de resistencia entre 200 y 600 MPa, mientras que el hormigón solo aguanta hasta 400 MPa.
Estos aspectos no son los únicos que se pueden destacar de las estructuras metálicas, las ventajas económicas y temporales que poseen también tienen una digna mención. Las construcciones llevadas a cabo con este material no necesitan tanto tiempo de realización ya que su montaje y aplicación en la obra es más sencilla y directa, por lo tanto, al necesitar menos tiempo los costos se abaratan. Además, las personas que se encargan del trabajo que se realiza con este elemento deben estar formadas en ello, por lo tanto, aseguran un trabajo profesional y especializado.